El uso frecuente de herramientas de calor como planchas, rizadores y secadores puede transformar el cabello en segundos… pero también dañarlo profundamente si no se usan de forma correcta. El calor excesivo debilita la fibra capilar, provoca resequedad, puntas abiertas y pérdida de brillo.
¿La buena noticia? Puedes seguir usando tus herramientas favoritas sin sacrificar la salud de tu cabello, con técnicas adecuadas y cuidados caseros.
¿Cómo afecta el calor al cabello?
Cuando aplicas calor directo y constante:
- Se evapora la humedad natural del cabello
- Se debilita la queratina (proteína que da estructura)
- Se rompe la cutícula capilar (capa protectora)
- Se abren las puntas y el cabello se vuelve frágil
Esto genera un cabello opaco, quebradizo, sin elasticidad ni movimiento.
Paso 1: Hidrata profundamente tu cabello
Un cabello hidratado resiste mejor el calor.
Recomendaciones:
- Realiza mascarillas caseras 1 o 2 veces por semana:
- Aloe vera + aceite de coco
- Yema de huevo + aceite de oliva
- Banana + miel
- Usa acondicionadores nutritivos después del shampoo
- Sella la hidratación con unas gotas de aceite vegetal
Paso 2: Aplica protector térmico antes del calor
Este paso es obligatorio si quieres proteger tu cabello.
Opciones caseras:
- Rocía gel de aloe vera con unas gotas de aceite de argán
- Usa una mezcla de agua con pantenol líquido (provitamina B5)
- También hay productos accesibles sin silicona y sin alcohol
Aplícalo de medios a puntas, en el cabello húmedo, antes de usar cualquier herramienta de calor.
Paso 3: Usa correctamente la plancha o secador
Evita daños innecesarios siguiendo estas reglas:
- Nunca planches el cabello mojado
- Usa la plancha en temperatura media (máx. 180 °C)
- No pases más de una o dos veces por mechón
- Divide el cabello en secciones finas
- Si usas secador, utiliza difusor y aire templado o frío
Paso 4: No abuses del calor
El uso diario daña el cabello, por más cuidados que tengas.
Frecuencia recomendada:
- Máximo 2 veces por semana
- Descansa al menos 2 días entre uso y uso
En los días sin calor, apuesta por peinados naturales, trenzas, moños suaves o rizos con técnicas sin calor.
Paso 5: Usa peines adecuados
Después de aplicar calor, el cabello queda más vulnerable. Usa:
- Peine de dientes anchos
- Cepillos con cerdas naturales
- Evita peines de metal o cerdas rígidas
Desenreda con cuidado, comenzando desde las puntas hacia arriba.
Paso 6: Recorta las puntas cada 2 o 3 meses
El calor tiende a abrir y debilitar las puntas. Cortarlas regularmente previene:
- Que el daño suba por la fibra capilar
- Que el cabello pierda forma y definición
Extra: Tratamiento semanal post-calor
Una vez a la semana, dedica un momento para reparar el cabello.
Mascarilla casera post-calor:
- 2 cucharadas de yogur natural
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de miel
Aplica en todo el largo del cabello, deja actuar 30 minutos y enjuaga con agua tibia. Deja secar al natural si es posible.
Puedes tener un cabello hermoso con calor… si lo cuidas
El problema no es la plancha o el secador: es cómo y con qué frecuencia los usas. Si sigues una rutina de hidratación, usas protector térmico y reduces el uso de calor, tu cabello puede seguir brillante, fuerte y saludable — sin dejar de lucir como más te gusta. Cuida hoy para evitar daños mañana